Contra la cultura no está dirigido contra la cultura, valga la redundancia, contra el hecho cultural o los contenidos culturales realmente existentes. Nada tengo que objetar a la producción de libros de poesía, a la creación de dispositivos tecnológicos que nos hagan la vida más fácil, al cine, al jazz, a la gastronomía asturiana. Si alguna pega puedo ponerle al arte pop, es en virtud de criterios puramente subjetivos que no le importan a nadie. Mi gusto estético no tiene ningún interés cuando hablamos de la cultura. Ni el mío, ni el suyo, estimado lector. Larga vida a las producciones culturales tendentes a la supervivencia de sus respectivos grupos sociales.
La crítica filosófica que se ejercita en este libro se dirige a la idea metafísica de la cultura, a todos aquellos que hablan de «la cultura» (como podrían hablar de «la ciencia») y piensan haberlo resuelto todo.
¡La cultura!, ¡la cultura!, ¡hay que defender la cultura! ¿Qué cultura? ¿La suya o la nuestra?
Eduardo Gutiérrez Gutiérrez (Medina de Rioseco, 1992) es doctor en Filosofía por las Universidades de Valladolid y Salamanca (2019) con una tesis doctoral acerca de la influencia de Georg Simmel sobre José Ortega y Gasset. En la legislatura 2019-2023 fue concejal sin delegación en el ayuntamiento de su pueblo natal. Actualmente es profesor de Ciencias Sociales en la Universidad Europea Miguel de Cervantes (Valladolid) acreditado por ANECA en la figura de profesor contratado doctor y profesor de universidad privada, e investigador asociado en la Fundación Gustavo Bueno. Ha publicado diversos capítulos de libros y artículos en revistas como El Basilisco, El Catoblepas, Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, Pensamiento y Revista de Estudios Orteguianos.
